Raúl Zurita
Así como en Perú
Vallejo ha sido y es una referencia inevitable, ¿qué tanto Pablo Neruda ha
significado en su formación de poeta y en su poesía? ¿Qué poetas lo han
influenciado?
Desde aquí no podemos dimensionar lo
que Neruda significó, no podemos ver, aunque lo celebremos, el hondor de lo
humano que a veces él llegó a tocar. Su influencia en la cultura excede lo que
en el presente podemos pensar. Mi relación con la obra de Neruda no ha
cambiado, pero entiendo que lo que yo escribo es un vislumbre, un sueño. Lo que
yo interpreto es lo que tal vez será, algo que me he atrevido a llamar los
sueños que sueña la tierra. Es raro esto: yo soy lo que tal vez será. Soy el
último poeta de un arte que muere, siento la dignidad y la agonía de lo que eso
significa. He sido el que ha ido más lejos, el que ha llevado la poesía más
lejos. Fue Neruda, fue Parra, ellos están allí y yo me afirmo en ellos para
escribir mis poemas en el desierto o los que imagino en los acantilados. Lo
anterior es una jactancia pero no importa: todos nuestros nombres serán
borrados.
Hay una influencia
o un camino a partir de Mallarmé en su poesía, en lo que se refiere al uso del
espacio de la página como terreno expresivo, y la poesía visual de los Poetas
Concretos Brasileños, hago esta acotación puesto que al leer su poesía veo que
ésta trasunta la página para posarse en la naturaleza. ¿Existen límites para la
poesía?
No sé si existen límites para la
poesía, eso lo sabrá la poesía, pero lo que sí sé es que no puedes imponértelos
tú porque, descuida, que ya vendrán los otros para recordártelos. Hay una frase
de Mallarmé: la página es el anverso del cielo estrellado, que creo que está en
sus ensayos, que recordé mientras se escribían los versos en el cielo de Nueva
York, por supuesto que es imposible haber pensado en esas obras sin Mallarmé,
ahora, la presencia de los concretistas brasileños también está, pero en un
sentido negativo, ¿poesía concreta? -pensé- bueno, pero entonces que sea de
verdad concreta, escribámosla sobre las cumbres de los Andes.
¿Qué función o
funciones tiene la poesía?
Como toda arte recordarnos que el
arte es un sustituto, que la única obra de arte que merece la pena ser
contemplada, abrazada, asumida, es la vida de cada ser humano. Que en un simple
cruce de miradas, que en el más leve gesto de un rostro hay infinitamente más
hondura, más vastedad, más violencia y dulzura que en todos los poemas o
sinfonías del mundo. Podemos admirarnos frente a un poema de Vallejo pero no
frente a una cara o a un ser que está en frente, hay allí algo desquiciante,
algo profundamente equivocado que los poemas nos recuerdan, en un mundo más
benigno ellos dejarían de ser necesarios porque cada gesto, cada mirada, cada
dolor o felicidad sería la obra maestra, pero mientras haya un solo ser humano
desdichado la poesía continuará siendo el arte del futuro.
Si el cielo es como
el destino adonde cada uno alzamos la mirada, ¿cuál es el destino de Raúl
Zurita? (no sé si podría contarnos algo de su infancia)
No sé cual es el destino de ese tal
Zurita si es que la palabra destino existe y si es que la palabra Zurita
existe. Mi abuela que era una italiana que llegó con su hija de 15 años a Chile
donde ambas enviudaron con dos días de diferencia, mi padre a los 31 y dos días
después mi abuelo a los 56. Yo tenía dos años y mi hermana tres meses y viví
entonces con esas dos mujeres y mi hermana menor. Mi abuela siempre aborreció
el país al que había llegado el 38, entonces creo que para salvar en algo su
nostalgia nos hablaba permanentemente de Italia, del color de su mar, de sus
artistas y Dante, nos contaba pedazos del Infierno a nosotros que no le podíamos
entender nada. Entiendo que esos cuentos se me quedaron, su voz que me los
contaba, cuando murió a los 86 años sin haber regresado nunca a Italia me di
cuenta que esos cuentos iban a ser siempre partes de mi vida, el Infierno,
porque me recordaban su voz.
En Perú se habla
mucho de que la literatura, la poesía en concreto, se ha restringido a plasmar
únicamente el mundo personal, individual del autor, producto del individualismo
de la política neoliberal que nos rige. Hay una narrativa light, y una poesía
intimista. ¿Qué opina de esto? ¿En Chile sucede lo mismo?
Sucedió lo mismo, a finales del año
80 apareció como por arte de magia lo que se llamó la nueva narrativa chilena,
unos autores apoyados por editoriales o creados por ellas, da lo mismo, que declaraban
su novedad. Eran hórridos y sin quererlo, al pretender internacionalizarse, al
querer ser actuales y dejar atrás los “traumas” del pasado, al decretar la
muerte de la poesía y cosas por el estilo, estaban representando absolutamente
al neoliberalismo y a la vacuidad absoluta. Salvo uno y una novela que es
buena, “El día anterior” de Gonzalo Contreras, tocaron el colmo de la estupidez
pero sí al menos se internacionalizaron, estuve recientemente en México con un
crítico alemán que me contó de una serie de tesis que se han hecho afuera sobre
ellos como ejemplos de lo que puede suceder con una literatura, cuán
innecesaria y pobre puede volverse, cuando ella es sólo un efecto del olvido.
Con la poesía el asunto es más fuerte, los nuevos jóvenes en Chile están
escribiendo una poesía extraordinaria, audaz y política.
Tras varias
dictaduras sangrientas, y habiendo gente con mucho poder e intereses que las
defienden, ¿podemos creer todavía en una utopía Latinoamericana?
Sí, pero todavía no hemos tocado fondo,
llegará un momento sí en que los bancos, las tarjetas de créditos, los
automóviles se deshacerán como pompas de jabón en el aire y se entenderá que
esas cosas no significaban nada, vivimos en una época en que está llegando al
fondo de la dictadura icontrarrestable del dinero, eso es el neoliberalismo y
es lo que vio Pound en su poema de la usura. Si sobrevivimos a eso comenzará
algo de nuevo, pero creo que todavía hemos visto poco, todavía no hemos cruzado
el fondo de la ruina.
Cómo diría Vallejo,
¿cuál ha sido el momento más grave de su vida? ¿O el más feliz?
El único momento feliz es cuando me
he encontrado con el amor, yo no puedo vivir sin amor.
¿Qué opina de la
poesía de Nicanor Parra?
La obra de Parra es fundamental y
excede creo el campo de lo meramente literario. La antipoesía apela a la
democracia irrecusable del habla, a su propiedad comunitaria y compartida. La
eliminación de las jerarquías del habla junto con liberar toda la potencia
creativa del lenguaje, todo su poder desacralizador y a la vez encantatorio,
nos hace ver un terreno común donde los seres humanos, al igual que sus
palabras, carecen de jerarquías y por ende son profundamente iguales. Las
desautorizaciones que aún siguen haciéndoseles a sus artefactos, por ejemplo,
que son meros chistes por ejemplo, han tenido siempre en común la idea de una
jerarquía del lenguaje al que se le ve como un reflejo de la división “natural”
de los hombres en clases. Pero precisamente ese es el papel simbólico y
subversivo que cumplió la antipoesía: liberar a las palabras obreras, aquellas
que cotidianamente fundan la vida de los seres humanos, de la sumisión que les
imponen las palabras sagradas. Ni más ni menos que eso.
¿Se considera poeta
maldito?
Ese es un cliché, un cliché por lo
demás sumamente burgués. Mi vida no es más maldita ni más bendita que la de
cualquier ser humano.
¿Le fastidia que lo
consideren poeta oficial?
Son las típicas formas de censura y
de silenciamiento. Los tipos que dicen en Chile que soy un “poeta oficial”
saben que no es verdad, lo saben perfectamente, ojalá lo hubiese sido aunque
sea un poco porque mi vida, me refiero a lo más idiota de ella: mi vida
concreta, se me habría facilitado un poco. Lamentablemente no.
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